Tuvimos la gran bendición de recibir a hermanos llegados de algunas de
nuestras iglesias en España como Valencia y Huércal-Overa (Almería). También
tuvimos la visita de Michael y Jesicca Shore de la iglesia de Penafiel
(Portugal).
Ya desde el primer momento, el viernes por la tarde, tuvimos un
hermoso tiempo de alabanza y nos emocionamos con la apasionada predicación de
Kevin Bartlett, quien nos presentó al primogénito de toda la creación de
Colosenses 1, descendiendo de su trono para expresarnos su infinito amor
redentor.
El sábado, fue un intenso "baño apostólico" con Guy Miller quien
nos hizo viajar por la historia, identificando cada chispa de fuego que fue
encendiendo desde Pentecostés hasta nuestros días, en los que estamos siendo
desafiados proféticamente a extendernos hacia adelante con el mensaje salvador
de Jesucristo.
Tuvimos interesantes talleres que nos hicieron despertar a una mayor
necesidad de dependencia del Espíritu Santo en la obra apostólica de la
iglesia; y la tarde fue un intenso tiempo de reflexión acerca de su poder;
poder que también pudimos experimentar a través de palabras proféticas y de un
genuino fluir de la presencia del Espíritu Santo que impactó nuestro corazón.
El sábado también fue un precioso tiempo de convivencia, café y juegos, que
nos ayudó a conectar los unos con los otros de una forma divertida y
emocionante, haciendo nuevos amigos.
El domingo, y como colofón, tuvimos un tiempo para visiones y palabras
proféticas que diferentes hermanos compartieron con la iglesia. Posteriormente,
Andy Wickham, director de la fundación RZ, estuvo enseñando acerca del poder
del evangelio para destruir las obras del diablo, y de cómo este mensaje es
radicalmente diferente a todas las ideas que el hombre pueda fabricar.
En una segunda plenaria, nos dio una lección magistral de apologética,
argumentando acerca de las evidencias de la existencia de Dios y de la
resistencia que el hombre le ofrece.
En definitiva,
este ha sido un tiempo extraordinario donde hemos sido refrescados, equipados y
desafiados para extendernos como iglesia en el propósito al que Dios nos ha
llamado. Nos fuimos de allí con la sensación de que cada año somos más
bendecidos y con el deseo de volver nuevamente a nuestras ciudades para vivir y
practicar todo lo aprendido. El año próximo más. En junio....¡Hola de nuevo,
Península Ibérica!. Destino Penafiel."
Rafael Prieto (Madrid Feb 2016)
